Ahora que la gente sale a cenar en masa, seguro que has visto niños en los restaurantes de todo el mundo. Como propietario de un restaurante, vale la pena atender a los niños de hoy, ya que son los comensales del futuro. La forma más fácil de hacer que los niños (y sus padres) se sientan como en casa es tener un menú infantil.
Si tienes un restaurante independiente, quizá te preguntes si necesitas un menú infantil si no lo tienes ya. Un menú infantil tradicional está lleno de alimentos como nuggets de pollo, pizza o hot dogs, pero si este tipo de comida no encaja en tu menú, puede ser difícil añadir este tipo de alimentos, especialmente si no tienes muchas familias en tu local. Sin embargo, puedes (y debes) considerarlo.
A continuación, te compartiremos nuestros mejores consejos para añadir exitosamente un menú infantil a tu restaurante. ¡Veamos!
¿Por qué agregar un menú infantil?
Hoy en día existe una increíble competencia en el sector de la gastronomía. Los consumidores tienen ahora más opciones que nunca.
Por ejemplo, aunque los millennials comen fuera más a menudo que el público en general, la asequibilidad sigue siendo un factor clave de diferenciación para elegir un restaurante en lugar de otro.
Los padres elegirán naturalmente los restaurantes que ofrecen comidas y precios adecuados para cada miembro de la familia frente a los que no lo hacen. Esto es cierto tanto para las familias que cenan fuera como para las que piden comida a domicilio.
3 consejos para tener un menú infantil exitoso en tu restaurante
Que sea sencillo
Los niños son conocidos por ser quisquillosos y por comer sólo unos pocos tipos de alimentos, y no tienen que ser frescos para ser apetecibles. Si tu estilo de restaurante lo permite, los nuggets de pollo, las patatas fritas y las pizzas de queso son alimentos que puedes guardar en el congelador hasta que los necesiten. Aunque puedes ofrecer porciones más pequeñas de tus platos, a menos que sean bastante insípidos, puedes estar desperdiciando espacio en el menú.
Asegúrate de que el menú atrae también a los padres
Éste puede ser un concepto complicado. Mientras que a los niños pequeños sólo les importa comer lo que les gusta, a sus padres les puede preocupar que coman algo bastante nutritivo. Aunque es casi seguro que ningún niño va a pedir una ensalada, tal vez las patatas fritas al horno o el brócoli al vapor sean buenas opciones.
Si te apetece, preparar algunos alimentos desde cero, como los macarrones con queso puede ser una opción, ya que muchos padres se sienten mejor con la comida casera que con las versiones congeladas o de caja.
Porciones más pequeñas
Es importante ofrecer comidas y otros artículos de tamaño adecuado para los niños. Por lo general, las comidas saludables para niños deben tener 600 calorías o menos.
Los padres de hoy en día no quieren pedir más comida de la que su hijo podría (o debería) comer. Los menús para niños ofrecen porciones más pequeñas para apetitos menores.
¡Perfecto! ¿Qué te parecieron estos consejos? Si te fueron útiles, te invitamos a compartirlos con tus amigos y conocidos interesados en los negocios gastronómicos.