Para muchas personas, la cocina es el corazón de la casa. Allí es donde se prepara la comida que nutre y une a las personas, por lo que es de suma importancia elegir conscientemente cómo equipar esa área tan esencial.
Hoy en día existen miles de opciones para personalizar cada rincón de la cocina según tus preferencias, prioridades y funcionalidades, y sin duda un aspecto crucial tiene que ver con la elección del fuego de la cocina.
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¿Qué tipos de cocinas existen?
Además de las tradicionales cocinas de gas, a día de hoy son cada vez más comunes las alternativas que no requieren fuego directo, que representan una forma simple y efectiva de reducir la cantidad de leña, gas o electricidad que se utiliza para cocinar una comida.
Entre ellas están las cocinas eléctricas, compuestas por placas de hierro fundido que en su interior llevan una resistencia eléctrica de diferente tamaños y potencia, y que son de las opciones más utilizadas en hogares y establecimientos gastronómicos.
También existen las placas vitrocerámicas que funcionan mediante una resistencia eléctrica que calienta el foco escogido y éste distribuye el calor instantáneamente por la superficie delimitada del foco, sin extenderlo en horizontal por el resto de la placa.
Por otro lado, las placas de inducción son otra alternativa que al igual que las vitrocerámicas tienen una superficie de cristal cerámico, pero calientan el doble de rápido ya que el calor se genera mediante ondas magnéticas que, sin calentar el foco ni la placa, va directamente al recipiente.
Y por último, las cocinas mixtas son aquellas que combinan varios tipos de placas para contar con las ventajas de distintos sistemas.
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¿Por qué optar por las cocinas sin fuego?
La investigación científica actual ha dado a conocer los riesgos de las cocinas a gas tradicionales, principalmente vinculados con la salud humana y el cuidado ambiental.
En este sentido, son numerosas las ventajas que puede ofrecer una alternativa sin fuego para tu cocina, entre ellas:
- Beneficios para la salud: Un informe de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA) publicado en el 2023 ha revelado que al cocinar la cena con una cocina de gas podemos exponernos a contaminantes comparables con los del humo de segunda mano. Las cocinas modernas eliminan la dañina contaminación causada por los métodos de cocción tradicionales y mejora significativamente la calidad del aire interior, reduciendo el riesgo de enfermedades respiratorias.
- Impacto ambiental: Los modos de cocina convencionales contribuyen a la deforestación y las emisiones de carbono. Las cocinas sin fuego, por el contrario, eliminan la necesidad de quemar madera o biomasa y así constituyen una opción limpia y sostenible que reduce la huella de carbono, ayuda a combatir el cambio climático y protege los recursos naturales.
- Compatibilidad con energías renovables: Utilizando electricidad procedente de fuentes renovables como la solar o la eólica, la huella de carbono se puede reducir aún más, allanando el camino hacia un futuro sostenible.
- Eficiencia y comodidad: Las estufas eléctricas brindan un control preciso de la temperatura, un calentamiento rápido y una distribución uniforme del calor, lo que resulta en una cocción más rápida y eficiente. Además, están diseñadas con tecnologías avanzadas que garantizan un uso eficiente de la energía, minimizando el desperdicio.
- Seguridad: Las cocinas modernas reducen el riesgo de incendios y quemaduras accidentales, que son comunes en los métodos de cocción tradicionales.
- Carga económica reducida: Si bien los costos iniciales de las soluciones de cocina eléctrica pueden ser más altos, los ahorros a largo plazo en gastos de combustible superan la inversión inicial.
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Las tendencias en el estilo de vida y la cocina moderna
Hace décadas que una creciente parte de la población elige orientar su forma de vida hacia lo natural, ya sea por motivos de salud, ambientales o de mera preferencia. Esta demanda de alternativas naturales se refleja en muchos aspectos del mercado, incluidas las tendencias gastronómicas actuales, en las que la elección del método de cocción juega un papel fundamental.
El vapor es una técnica de lo más popular para aprovechar al máximo los nutrientes de los vegetales, ya que se cocinan con una temperatura uniforme menor a los 110° Celsius que, de acuerdo con varios estudios, es la temperatura a partir de la cual los nutrientes comienzan a degradarse.
A su vez, no requiere aceites ni aditivos, por lo que no transforma su color, consistencia o sabor original. También ayuda a regular el colesterol y a mejorar el aspecto general de la piel, debido a que no daña a las vitaminas C y E de los alimentos.
De igual forma, existe incluso una alternativa que no requiere ninguna cocción. Conocida como raw food en inglés, la esencia de la cocina cruda es consumir los alimentos de la manera más similar posible a como los encontramos en la naturaleza, es decir, frescos, porque no pierden sus propiedades, minerales y vitaminas.
El hecho de no pasar por el fuego no quiere decir que en esta tendencia gastronómica no se utilicen técnicas culinarias; por el contrario, son primordiales para innovar en las texturas y aspectos de los platillos sin hacer uso de las diferentes formas de cocción. Entre las más usadas, están la fermentación, la deshidratación, el marinado, el escabeche, y el licuado.
Estas tendencias en crecimiento demuestran que las cocinas con fuego están quedando en el pasado para darle lugar a nuevas alternativas gastronómicas más novedosas y eficientes.
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